PARA TODO HAY UN TIEMPO DETERMINADO:
TIEMPO PARA NACER Y TIEMPO PAR MORIR,
TIEMPO DE PLANTAR Y TIEMPO DE COSECHAR LO QUE SE PLANTO.
ECLESIASTES 3:1-2
El sentido que el ser humano encuentra en el equinoccio de primavera está en la acción de “mirar a su alrededor• y como consecuencia de “ver” lo exterior en el interior y volcarse plenamente en el conocimiento de sí mismo.
La primavera debe mover a aprehender (recibir, tomar, hacer uno) de la naturaleza la imagen de un conocimiento divino-espiritual existente en ella.
El alma debe templarse en la actividad. Lo que sucede fuera del alma en lo exterior debe suceder también necesariamente en el interior y viceversa.
El hombre debe aprehender de la naturaleza el conocimiento divino que esta posee (mira a tu alrededor).
El ciclo terrestre debemos considerarlo como una gran respiración del planeta. De esta manera, reflexionemos sobre esta respiración que se traduce en “inspiraciones y expiraciones” que hacen brotar (expirar) las plantas en primavera y que, en verano, se detienen para luego inspirar en otoño y para, finalmente, en invierno retener la inspiración (volviéndose hacia adentro).
Así sucesivamente volver a la expiración en primavera, etc…, continuando el proceso respiratorio del planeta que nos da los solsticios y equinoccios.
Como una marea, esas fuerzas van y vienen, expira e inspiran tal como nuestra respiración. Fijemos nuestra atención en el proceso respiratorio de cada uno: nuestra inspiración corresponderá al solsticio de invierno, es el momento de retener la respiración en si mismo, por lo tanto en inverno la tierra guarda dentro si las fuerzas, las retiene y, por los mismo, todo se aquieta, permanece en estado como catatónico.
En este periodo de invierno, la tierra lleva dentro de sí su parte anímica, lo mismo sucede en el ser humano.
En este equinoccio de primavera, la tierra comienza a expirar o exhalar, el alma aún está a medias dentro de la tierra, al exhalar vierte un raudal de fuerzas que se derrama al espacio y nos abraza. Este raudal de energía cósmica debe encontrarse necesariamente con la fuerza de la luz solar misma.
Esto es lo que reamente nos sucede en primavera, vamos directo al solsticio de verano a encontrarnos con el sol, la luz misma.
Después de esta expiración que se detiene en verano, todo se ha vertido al espacio con nuestra exhalación y cuando esta se produce vemos alrededor nuestro toda clase de plantas que brotan, crecen y florecen y dan sus frutos que despliegan e irradian colores y aromas de la esencia divina misma. Vemos insectos, aves, pájaros multicolores que atraviesan los aires.
Entonces vemos resplandecer desde la tierra, el reflejo de lo que acogemos en el alma para vivir cósmicamente y no terrenalmente.
Finalizada esta gran exhalación terrestre y humana. La tierra comienza a inhalar o inspirar nuevamente, es inverno, lo vertido al cosmos vuelve al interior. Las almas reciben esto, la vida lo percibe, el hombre se mete en su casa, el frío, la lluvia, hacen que se refugie, retorna a sí mismo, al interior. A esto podríamos considerarlo el impulso Cristico.
Ahora veamos el proceso personal, que nos propone un equinoccio de primavera.
¿Qué nos dice cuando nos ordena “mira alrededor tuyo”?
Es nuestro alrededor lo que nos rodea, la naturaleza. He aquí, el libro del conocimiento que se abre ante los ojos capaces de ver.
Así vemos brotar flores y malezas simultáneamente. Tuvimos el invierno para preparar la tierra y sembrar, limpiar las malezas de nuestra propia vida, podar para que salieran brotes nuevos y fuertes, es ahora cuando se nos muestra en toda su magnitud la verdad, la deidad misma. Es también ahora, cuando tenemos la oportunidad de acogerla en el alma y llevar esta belleza cósmica en nuestra vida.
El equinoccio nos da otra oportunidad de regenerar nuestra acción terrenal y ponernos en sintonía con el universo. Dejar de corregir es desidia, es negligencia, es pereza, es el vicio de Jesod (cábala Hebrea), es la clave que nos permitiría transcender el umbral.
“EL HOMBRE PERDIÓ EL PARAÍSO POR NEGLIGENCIA Y NO HA REGRESADO A EL, POR PEREZA.”
FELILUXOR
FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA. A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA. SANTIAGO DE CHILE. 21 DE SEPTIEMBRE 2012
POR LA VIDA DE NUESTRO HOGAR, NUESTRO PLANETA TIERRA. A MIS PADRES Y HERMANOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA. UNA LUZ EN VUESTRO CAMINO. POR UNA ALIANZA FORTALECIDA EN LA CONSERVACIÓN A LO QUE NUESTRO PADRE DE LOS MUNDOS NOS HA DADO COMO HERENCIA KARMICA .AYUDANDO A EVITAR DESDE HOY LA DESTRUCCIÓN DE NUESTRO HOGAR NUESTRO PLANETA TIERRA .FELILUXOR FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO UN JARDINERO TRABAJANDO EN SU JARDÍN EN LUZ.
FELILUXOR
FELILUXOR
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